La fotografía y la moda son un arte, y cuando se juntan salen cosas maravillosas. Karl Lagerfeld lo sabe, y por eso lleva más de 20 años detrás del objetivo. Quién iba a decir que el káiser de la moda prefiera observar a ser observado.
Perfeccionista por vocación, en su trabajo fotográfico no iba a ser menos. Si en la moda lo hace todo pensando hasta el más mínimo detalle, en sus fotos trabaja de la misma manera. Realiza en su mayoría retratos, y se atreve con modelos y con grandes del cine. Sus fotos son limpias y utiliza colores planos. Yo diría que la palabra que las describe es: personalidad. Y es que le da a cada foto la actitud de la persona que está frente al objetivo. Karl trasforma todo lo que toca; puede capturar toda una paleta de colores pasteles y darles un toque gamberro y divertido, y a la vez potenciar la elegancia de una chupa de cuero y unas pestañas postizas. Es un artista. Lo sabe. Y lo exprime.
Podéis ver su trabajo en los libros Visions and a Decision y Palazzo. Pero aquí os dejo algunas de sus mejores fotos.
“Tengo la suerte de poder dedicar mi vida a lo que más me interesa: la fotografía, la moda y los libros, y en las más perfectas condiciones. Soy muy afortunado”.