Esta es la historia de una niñera que recorría las calles con su cámara colgada al cuello.
También es la historia de un chico que descubrió a una artista después de su muerte.
Además, es una de las historias más interesantes que conozco y hoy quiero contárosla a vosotros.

Todo empezó en una subasta en el invierno de 2007, cuando John Maloof compró los negativos de una desconocida fotógrafa, las imprimió y colgó alrededor de 200 de esas fotos en un blog, donde empezaron a recibir todo tipo de buenas críticas.

Tras una gran investigación y unos 150.000 negativos después, John descubrió que detrás de esas capturas callejeras estaba Vivian Maier, una mujer solitaria, sin pareja ni hijos, observadora y cuidadosa, que dedicó casi toda su vida a cuidar niños, acumular cosas y recorrer Nueva York y Chicago fotografiando la calle y sus gentes, tratando de ser invisible. Viajó sola por el mundo acompañada únicamente con su cámara y murió en 2009 sin saber lo importantes que iban a ser sus fotos unos años más tarde.

John confió desde el principio en su instinto, que le decía que detrás de esas fotos se encontraba una gran artista que merecía ser conocida (aunque lo cierto es que a ella no le habría gustado ser el centro de atención), y decidió exponerlas por primera vez en el Centro Cultural de Chicago. La exposición resultó ser todo un éxito, Vivian fue comparada con los grandes de la fotografía como Robert Frank, Lisette Model, Helen Levitt o Diane Arbuss, y a día de hoy sus obras se exponen alrededor de todo el mundo.

Yo no conocía muy bien la historia de esta fotógrafa hasta que vi el documental Finding Vivian Maier, y he de decir que me quedé totalmente maravillada. Me pareció muy interesante la vida que decidió llevar y esa manera tan particular de ver el mundo a través de su Rolleiflex, de capturar instantes, de ver la belleza en las cosas pequeñas y cotidianas. Resulta emocionante saber toda la historia que esconden unas fotos y una persona. Lo recomiendo totalmente.

Este verano hay dos exposiciones en España, así que si tenéis la oportunidad de ver sus obras en directo no la dejéis pasar: hasta el 16 de Agosto en la Fundación Canal Isabel II, en Madrid y hasta el 11 de Septiembre en la Fundación Foto Colectania, en Barcelona.